Django Sin Cadenas - 2012

TÍTULO: Django Unchained
AÑO: 2012
GÉNERO: Drama
DIRECTOR: Quentin Tarantino
PROTAGONISTAS: Jamie Foxx – Christoph Waltz – Kerry Washington – Leonardo DiCaprio – Samuel L.Jackson


Todos conocemos el estilo de Tarantino. Desde su primer largometraje (Reservoir Dogs) la violencia y la sangre han sido piezas fundamentales en su forma de contar historias. Con los años fue perfeccionando su técnica con trabajos como “Pulp Fiction” y los dos volúmenes de “Kill Bill”, para llegar a la que es tal vez, la película más violenta de toda su filmografía, y la más cruel; “Django: Sin Cadenas”

La historia va más o menos así: el Dr. King Schultz (Christoph Waltz) es dentista cuando se le place, y cazarrecompensas a tiempo completo. Con el objetivo de conseguir los cadáveres de un grupo de criminales, busca la ayuda de un negro esclavo llamado Django (Jamie Foxx), quien sabe cómo lucen dichos hombres. A partir de esto, se crea una gran camaradería entre ambos, lo que lleva a Django a contarle a su compañero que en realidad está casado, y su objetivo es recuperar a su amada Broomhilda (Kerry Washington). Sintiéndose responsable por Django, y afortunado por ser partícipe de una historia que se asemeja mucho a un cuento clásico que todo Alemán (lugar de donde proviene el doctor) conoce, decide ayudarlo a cumplir su objetivo.




“Django Sin Cadenas” marcó la primera incursión de Tarantino en el western, género del cual se declaró fanático y en el cual siempre quiso trabajar. Al nombrar la palabra “western” a uno se le viene directamente a la cabeza la dupla Clint Eastwood-Sergio Leone, sin embargo la película de Tarantino difiere un poco de estas cintas.
Principalmente, porque el protagonista es un negro esclavo que busca rescatar a su mujer, y no busca  un beneficio propiamente egoísta como los spaghetti de Leone. Sin embargo, cuenta con la participación de Ennio Morricone en la banda sonora, constante colaborador de Leone en sus obras.
Además, la película tiene la marca registrada de Tarantino impresa a fondo. Los acercamientos a gran velocidad, el uso excesivo de sangre a cada segundo, y el constante humor negro y súper acido al que nos tiene acostumbrados son recursos utilizados varias veces, que dejan en evidencia que Tarantino es y va a ser siempre el mismo.



A pesar de todo, una película no se hace solo con el talento del director, sino que se necesita un elenco a la altura, y en este caso, así lo es.
Jamie Foxx en el rol principal, esta secundado por un Christoph Waltz maravilloso (ganó un Oscar por su actuación), además de Kerry Washington, Leonardo DiCaprio como el dueño de la plantación Candyland, Samuel L. Jackson como el casero de Monsieur Candie, y participaciones cortas pero estelares de Jonah Hill, Don Johnson y Bruce Dern.
Waltz es quien más destaca entre todos los que aparecen en pantalla. Su habilidad de persuasión y su acidez humorística lo hacen uno de los personajes más memorables de Tarantino; pero la actuación de DiCaprio es la que más se le acerca en perfección. Un loco interesado por la explotación de los negros solo para conseguir beneficios económicos, que pasa gritando, con un temperamento bastante particular y que quiere encajarle su hermana al primero que se le cruza. Que más se puede pedir?

Sin embargo, no todo es humor en la película. Teniendo un trasfondo sobre la esclavitud, los momentos se prestan para demostrar lo que era la vida de los negros a finales del Siglo XIX. Las escenas de tortura causan una impresión tremenda; desde latigazos en la espalda, hasta suspensiones en el aire con la cabeza hacia el piso, todas son imágenes duras de ver pero que al fin y al cabo, no hacen más que mostrar la realidad de aquel entonces. Esto puede resultar el punto fuerte de la cinta para algunos, pero para los más impresionables no será de agrado ninguno; aunque bueno, uno cuando se enfrenta a un trabajo de Tarantino sabe que no va a tener la experiencia más agradable de todas.

El comienzo de la película es igual de duro. Ver como nuestro héroe Django junto a sus compañeros esclavos atraviesan el paisaje Norteamericano pasando por todos los climas y las superficies es una experiencia poco confortante; escuchar los grilletes con cada paso, ver cómo sale ese humito de las bocas por estar a la merced del frio sin abrigo, es un golpe de realidad que nos enseña que los tiempos pasados no siempre fueron los mejores.

 Por otro lado, está la fotografía. A cargo de Robert Richardson, las imágenes que vemos de la nieve y la montaña mientras Django y el Dr.Schultz cumplen sus objetivos son majestuosas. Filmada con la apariencia de un auténtico western, “Django” nos deleita con sus panorámicas invernales, con sus colores fríos y con su banda sonora de otro mundo.

No todo es perfecto en “Django..” Todo lo nombrado con anterioridad sí lo es, o al menos intenta serlo, pero hay algo de lo que carece: ritmo.
La primera vez, uno queda tan impresionado por todo lo que ve, lo increíble que resulta cada fotograma, que no le presta atención a la duración, pero ya en la segunda, una vez que sabe cómo concluye todo, todo cambia. Si, son más de 160 minutos y claramente ninguna película con esa duración se convierte en una de 90, pero para ejemplificar con el mismo Tarantino, “Pulp Fiction” que dura 150 aproximadamente, es una película sumamente ágil, que se mueve a una velocidad envidiable para cualquier otra y que no tiene rasgos de pesadez en ningún momento.



En conclusión, “Django” es una muy buena película; lo dicen sus diversas nominaciones a distintos premios, y los galardones que logró (Mejor Guión Original en los Oscars, el más importante, al igual que lo hizo “Pulp Fiction” en 1994), pero que puede resultar difícil de digerir para algunos, no solo por su violencia y crudeza, sino por sus casi 3 horas, que no invitan a cualquiera a aventurarse en ella.
En mi Taran-ranking personal, “Django..” estaría a mitad de tabla por detrás de Pulp Fiction, Bastardos Sin Gloria y ambas Kill Bill, lo que no quiere decir que sea así para todo el mundo; solo que, las nombradas anteriormente las he visto infinidad de veces, y me siguen cautivando como la primera vez.
“Django” es recomendable; pero más que recomendable, es necesaria. Es un gran ejercicio histórico para presenciar cómo eran las cosas con las personas de color en la época más difícil de todas y un gran homenaje a las películas que enamoraron al público de las décadas de los 50’s y 60’s.





 

 
                          VALORACIÓN: 7.3/10


Tal vez le interese:

La Vida de Adele - 2013
Se Levanta el Viento - 2013
La Red Social - 2010
El Lobo de Wall Street - 2013
El Regalo - 2015
El Final del Tour - 2015
Intensamente - 2015