miércoles, 9 de enero de 2019

RESEÑA - ROMA - 2018





En dos años y medio que llevo publicando reseñas he tenido altibajos en cuanto a la producción escrita. Hoy en día me encuentro en un lugar menguante. Pero siempre hay algo que logra sacarme de ese pozo donde la creatividad y las ganas son nulas, volviendo a ponerme a flote y haciendo brotar nuevamente en mi las ganas de compartirles lo que siento. En esta ocasión la responsable fue ‘ROMA’.


No sabría decirles si los Reyes Magos tienen algún tipo de incidencia o si simplemente es mera coincidencia, pero vi ‘ROMA’ este 6 de Enero, del mismo modo que exactamente dos años atrás en la misma fecha, pero en pantalla grande, veíaLa La Land’, justamente convirtiéndose esa en mi mejor experiencia cinéfila hasta el día de hoy, comparable solamente con ‘Los Paraguas de Cherburgo y, desde hace unos días, la inigualable ‘ROMA’ de Cuarón.

Cleo (Yalitza Aparicio) es una empleada doméstica en el revolucionado México de la temprana década de los 70s. Seguimos su vida tanto dentro como fuera de su trabajo, experimentando junto a ella el amor, la tristeza y la desesperanza, acompañándola en momentos tanto lindos como horribles.




                                                                NETFLIX

Muchos son los puntos de vista sobre la plataforma de streaming reinante. Algunos dicen que no logra más que destruir el cine haciéndonos perder la experiencia de justamente ‘ir al cine’, mientras que otros la apoyan debido a las comodidades y facilidades ofrecidas. Lo cierto es que el cine desde sus comienzos, experimentando con nuevos planos y métodos de edición no ha parado de evolucionar. A pesar de que gran parte de la experiencia cinematográfica se deba a reunirse con un grupo de desconocidos y reaccionar a la misma historia, no lo es todo realmente. Tomemos como ejemplo la salida del VHS, el método de entretenimiento hogareño que a fines de los 70s y principios de los 80s revolucionó el mercado, generando pánico al pensar que ocasionaría la desaparición de ‘ir al cine’. ¿Lo hizo? Por supuesto que no. Todo cambio es difícil de aceptar, y no necesariamente significa que sea malo, y Netflix ha probado ser justamente lo contrario. Yo era uno de los que tenía una concepción errónea sobre Netflix, pero tras presenciar las facilidades que nos otorga y, por sobre todas las cosas, darme la posibilidad de ver ‘ROMA’, todo cambió.

Sumado a esto y haciéndome eco de las palabras del mismo Cuarón en una entrevista luego de obtener sus dos Globos de Oro: ‘¿cuántos cines mainstream se animarían a proyectar una película Mexicana, en lengua indígena, filmada en blanco y negro y sin estrellas Hollywoodenses?’ Es maravilloso saber que el mundo tiene la película de Cuarón a su alcance para verla las veces que quiera, en el momento del día que quiera.



                                LUEGO DE CINCO AÑOS…


La
última vez que supimos de Cuarón en pantalla fue en 2013 con su odisea espacial ‘Gravity’ que, como bien recordarán, arrasó con los Oscars sin poder ganar la estatuilla mas prestigiosa. Esta espera de un lustro fue una de las más valederas que me toque recordar en la historia (que yo recuerde, ya que tengo 22 años) del cine; lo que logra Cuarón con su película excede mis capacidades comunicativas, ya sean orales o escritas, así que sepan disculpar si no logro transmitir todo claramente, pero sean conscientes de que daré mi mejor esfuerzo.

Creo que una buena forma de definir a ‘ROMA’ sería diciendo que es una carta de amor a la infancia y a las mujeres que nos marcan y guían durante nuestras vidas. Es de público conocimiento que el director se basó en su propia nana, incluso dedicándole su película; el Mexicano demuestra cómo en muchos casos las empleadas domesticas terminan siendo más madres que las mismas madres. Cuarón plasma en pantalla algo muy difícil para cualquier director, independientemente de que sea hombre o mujer: hacernos sentir en la piel de su protagonista. Y es luego de películas como esta que me pregunto: ¿será verdad todo lo que sentí anteriormente con cualquier otra obra cinematográfica? ¿o acaso es justamente esto, lo que logra ROMA’, el verdadero significado de sentir a un personaje?




                        YALITZA APARICIO Y MARINA DE TAVIRA
                          Dos mujeres representando a todas


Lo aseguro y sin miedo a exagerar: el trabajo de las dos mujeres protagonistas en esta película es algo que no creo haber visto nunca antes. 
Aparicio a través de sus sonrisas silenciosas y De Tavira a la evolución de su personaje a lo largo de la película de algo cuasi intrascendente para la familia hasta convertirse en una mujer independiente reflejan rasgos de personalidad con las que cualquier individuo (en este caso las mujeres) pueden identificarse. Es sabido que el cine se nutre de las situaciones que atraviesa la sociedad; lo hemos visto reflejado en la Nueva Ola Francesa, en el cine de la Guerra Fría donde en cada película de acción Norteamericana los Rusos eran los malos, o mas recientemente, estos últimos años, con la inclusión racial cinematográfica, generando que cada vez veamos más películas con protagonistas y producidas por Afroamericanos.

Lo mismo sucede con el movimiento feminista; estemos o no de acuerdo con su forma de obrar, no podemos obviar el hecho de que su objetivo es noble: lograr equidad. En parte, esto se ve reflejado en el empoderamiento de la mujer, y personalmente me parece magnifico que directores como Cuarón elijan darles el lugar que se merecen en uno de sus trabajos. Sufrimos, pero 
también nos alegramos; lloramos, pero también nos reímos. Con Cleo (Aparicio) y Sofía (De Tavira) sentimos en carne propia lo que toda mujer siente en algún momento de su vida. Y no puedo más que decirles que es realmente duro.



La película tiene lugar en una 
época tumultuosa de México, y en sí del mundo en general: fines de los 60s con las revueltas estudiantiles y principios de los 70s. Con la celebración de los Juegos Olímpicos de 1968 y la Copa del Mundo de Fútbol en 1970, México intentó maquillar su situación social, pero como todo intento, falló en lograrlo. Y la película de Cuarón logra hacerse eco de la época, colocándola como parte esencial para el desarrollo de la trama. Así mismo, el rol de la mujer por aquel entonces también resulta tratado de una forma más que fiel, pasando por la clásica figura de la abuela, hasta las antes mencionadas madre y empleadaPor aquel entonces los movimientos juveniles comenzaron a tener importancia en la sociedad, y fueron ellos también grandes responsables de que el rol de la mujer comenzara, poco a poco, a cambiar. A pesar de no ser el objetivo de Cuarón el basarse simplemente en eso, hay momentos en la película (la señora Sofía diciéndole a Cleo ‘estamos solas’) en donde la esencia feminista de la película queda en evidencia. Son cosas como estas, al igual que los mensajes tal vez no tan directos, el decir diciendo pero también el decir sin decir, lo que personalmente me hace mantener la esperanza de que la igualdad llegará. Y que el cine ayude en algo, es simplemente maravilloso.




                        EL BLANCO Y NEGRO SIGUE SIENDO HERMOSO

Es de común pensamiento el decir que el cine en blanco y negro es algo del pasado; a no ser que se considere al cine como una gran pasión, es poco común que el público en general 
elija una película que no es a color, justamente, en parte, por ese pensamiento arcaico de que este cine ya pasó de moda. Sin embargo, en este 2018 solamente, tuvimos al menos dos películas que supieron destacar a pesar de su reducida paleta de colores: la misma ‘ROMA’ de Cuarón ‘COLD WAR’ de Pawlikowski, de la cual espero hablarles en el futuro.

Además de servir para situarnos en época, 
personalmente opino que la elección del director sirve para alivianar algunas cosas. No quiero adelantar nada, pero determinado momento que aún en blanco y negro me obligo a mirar hacia otro lado, si se hubiera hecho a color habría sido algo insoportable. Al igual que la dirección, el guión y la edición, la fotografía corrió a cargo del mismo Cuaróntransformándola en una de las más hermosas del último tiempo (justamente comparable con otra película de Pawel Pawlikowski, ‘Ida’). Los travelling abundan pero no sobran, incluso llegando al final somos testigos de uno que simplemente...no tengo la más mínima idea de como pudo lograrse. ‘ROMA’ es una experiencia emocional intensa, y su apartado técnico no tiene nada que envidiarle.



Su 
cotidianidad y normalidad, un ritmo casi monótono con picos emocionales bastante marcados. Por primera vez en la vida una película actual me hizo sentir que estaba viendo algo sacado del Neorrealismo ItalianoRoberto Rossellini con su ‘Roma Ciudad Abierta’ o Federico Fellini con ‘Los Inútiles’ o ‘La Strada’, ‘El Ladrón de Bicicletas’ de Vittorio de Sica son algunos de los ejemplos que se me venían a la mente mientras veía ‘ROMA’; la película de Cuarón tiene la capacidad de hacernos perder en esa cotidianidad antes mencionada pero, a la vez, inducirnos en un estado parecido al sueño, en donde las imágenes y el contraste entre el blanco y negro nos hacen ver todo lo real con ojos de irrealidad. 

ROMA’ va poco a poco construyendo algo que requiere mucha paciencia de nuestra parte, algo que nos hace esperar y que puede llevar a los espectadores menos experimentados hasta el hartazgo, pero que termina recompensándonos con una experiencia emocional muy difícil de equiparar en el futuro. Para mi el cine es eso, el cine ES ROMA, el cine es no salir ileso de una película, no terminar siendo el mismo individuo una vez los créditos comienzan a rodar, y Cuarón logra regalarnos una pieza artística tan única en su crudeza como en su belleza.




TÍTULO: ROMA
AÑO: 2018
GÉNERO: Drama
DIRECTOR: Alfonso Cuarón
PROTAGONISTAS: Yalitza Aparicio -Marina de Tavira


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