domingo, 10 de enero de 2016

RESEÑA - Wall-E - 2008





Desde 1995 con “Toy Story”, Pixar ha venido pisando fuerte, con casi ningún fracaso comercial. Peliculas como “Buscando a Nemo”, “Los Increíbles” y “Monsters Inc” se convirtieron en hitos cinematográficos y obras de gran calidad. Pero no fue hasta el 2008 que el estudio se decidió a dar un paso más allá. Su cine siempre estuvo dirigido al público infantil, pero fue en ese año que dio el paso hacia un público más maduro. Hablemos de “Wall-E”.



Wall-E es un robot cuyo objetivo es mantener a la Tierra limpia y ordenada, en un futuro muy lejano, donde el planeta está totalmente desolado y lo único que se ve en el horizonte son montañas de basura. Un día, aparece EVE, una unidad destinada a buscar señales de vida en el planeta, de quien nuestro querido Wall queda perdidamente enamorado. Una vez cumplido su objetivo, EVE regresa a su nave; pero Wall-E no la dejará ir tan fácil.




Comienza como la película más pesimista de todas. Ver nuestro planeta en la forma en que lo presentan es simplemente devastador para cualquiera, y sumamente triste es pensar que una de las posibilidades es que termine así.

Wall-E pareciera ser el único habitante en el basto paisaje apocalíptico, y su mirada lo demuestra. La soledad y la tristeza que transmiten sus ojos robóticos es indescriptible, a cada momento. Pero todo cambia cuando aparece EVE en su vida. Como la mejor película romántica, esta le da un objetivo, ganas por las cuales vivir, le hace conocer el amor, aunque al principio se muestre un poco reacia hacia la actitud de nuestro protagonista.

El amor de Wall-E es tan grande, que no duda en seguirla por los confines del universo, de punta a punta con tal de no perderla.





                        ANTE TODO, ES UNA CRITICA A NOSOTROS MISMOS


La película es buena desde el principio, y logra atraparnos desde el primer segundo, pero no es hasta que aparecen los humanos, que nos damos cuenta de lo que en realidad estamos viendo. Algo histórico.

Ver a todas las personas recostadas en sus sillas y con sobrepeso es sencillamente repulsivo. Somos atentos testigos de la sociedad del sedentarismo y del consumo al extremo. “pruebe las nuevas camisas azules! Son el nuevo rojo” y repentinamente todo el mundo está vestido de azul! Es impresionante. Impresionante. Nadie es capaz de hacer algo activo, ni siquiera se esfuerzan por alcanzar una taza de café! Es una clara crítica a nuestra forma de vivir hoy en día, a toda la sociedad, y un llamado de atención con un mensaje claro: podemos terminar así; no estamos lejos. Si nos dejamos dominar por la tecnología, esto es lo que va a pasar.

Sin embargo, todo se redime en los momentos finales, cuando todos deciden unirse por la gran causa de ayudar a Wall-E, que desde el primer momento no duda en dar su vida por la vida en si. Es una gran forma de ver que, aunque estemos cerca del abismo, todavía podemos hacer algo para no caer.






                                       MOMENTO DESTACADO

Es difícil seleccionar un momento a destacar cuando todo es imperdible, pero sin dudas, uno de los mejores momentos es el viaje de Wall-E a través del espacio exterior.

Las imágenes son impactantes; ver la Tierra alejándose cada vez más genera una nostalgia tremenda. La referencia a la colonización de la Luna con los vehículos lunares y la bandera de E.E.U.U es genial. La forma en que aprovecha el pasar por al lado del Sol para cargar su batería instantáneamente. La galaxia a lo lejos. Todo, todo es inexplicable. La razón por la que nuestro robot emprende este viaje es lo que más profundo nos llega. El amor que siente nuestro amigo, el egoísmo inexistente, la pureza de este sentimiento. No hay adversidad que no pueda superar con tal de tener a su amada.




También es digno de mención el personaje de “Auto”. Al más puro estilo de HAL-9000 en “Odisea al Espacio”, la computadora de la nave se rehúsa a desobedecer órdenes y hará cualquier cosa para mantener lo estipulado. Y qué momento glorioso cuando, con la música de la película de Kubrick, el capitán reúne fuerzas y se levanta para así poder poner rumbo a la tierra. Es un guiño a un hito del cine, que no a cualquiera le sale bien; solo a las grandes películas.

Las enseñanzas de “Wall-E” son tantas, que sería una tarea difícil enumerarlas a todas. Por resaltar algunas, el amor; como nunca debemos dejar de luchar por el (Wall-E y EVE tomados de la mano casi al final, emociona hasta al más duro). El amor a la Tierra; debemos cuidarla con lo más profundo de nuestro ser. Es nuestro lugar en el Universo, el único que tenemos, y si lo destruimos no vamos a tener otra alternativa.

Lo dice el capitán al final; “no hay como en casa”. La unión que transmite es indescriptible; solo con sus títulos de créditos queda demostrado. A través del arte rupestre, de los dibujos egipcios y de las distintas expresiones artísticas del mundo, nos muestra la nueva historia del mundo. Un mundo que pareciera no tener fin. Un mundo que nace de una planta.





La grandeza de “Wall-E” recae en eso. Es más que una película, más que un entretenimiento de 90 minutos. Es una hora y media en donde no hacemos más que aprender y aprender; terminas lleno de enseñanzas, y con una fe en la humanidad que nunca antes había experimentado frente a una pantalla.



TÍTULO:
Wall - E
AÑO: 2008
GÉNERO: Comedia - Animación - Ciencia Ficción
DIRECTOR: Andrew Stanton
PROTAGONISTAS: Ben Burtt - Elissa Knight


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