El terror ha ido cambiando con los años. Desde monstruos escalofriantes, pasando por casas encantadas y hechos paranormales, o el gore, donde se busca impresionar de mal manera al espectador, más que asustarlo. Podría decirse que la primera gran película que puso los cimientos para el gore, lo grotesco, fue “La Masacre de Texas” de Tobe Hooper. Después, podemos viajar al cine Italiano de Dario Argento (“Rojo Oscuro”, “Suspiria”), considerado el precursor del slasher que conocemos hoy en día. Tampoco podemos dejar atrás a “Holocausto Canibal”, de 1980, una de las películas más asquerosas y censurada así como prohibida de todos los tiempos. Todos estos son grandes nombres del terror, que de seguro Eli Roth tuvo en consideración para su “Hostel”.
Tres amigos, Paxton (Jay Hernandez), Josh (Derek Richardson) y Oli (Eythor Gudjonsson) emprenden un viaje por Europa buscando diversión, cuando se enteran que Eslovaquia es uno de los mejores lugares para conseguir chicas. Sin dudarlo un momento, allí se dirigen con la esperanza de tener la mejor aventura de sus vidas, no sabiendo que los espera un festín de terror fatal. Representación de la vida de adulto joven de espíritu Norteamericano, exploradores sin miedo alguno, los tres creen que se van a llevar el mundo por delante, cuando en realidad es el mundo quién se los llevará a ellos.
Claro está que la película no funciona como terror en sí; pero es tal la atmósfera generada, el suspenso constante de no saber con qué nos vamos a encontrar, que puede considerársela como “película de miedo” sin problema.
Es tan tétrico y oscuro, tan apagado el paisaje donde tiene el lugar la cinta, que de verdad nos hace creer que lo que estamos viendo es la realidad de Eslovaquia (Esto genero problemas con las proyecciones de la película en el país, y otros lugares de Europa del Este por mostrarlos como marginados e inadaptados).
Es un mundo con reminiscencias de la Guerra Fría. Desconfianza en el otro, dudas entre quien es honesto y quien tiene dos caras; niños pequeños que te destruirían el auto o te matarían a golpes solo por un chicle. El mundo de “Hostel” es un mundo enfermo de desesperación.
La película es muy explícita y cruda en su totalidad. Desde mujeres desnudas sin pudor así como si nada (algo que pareciera ser el santo grial del terror moderno), hasta mutilaciones totalmente desagradables, cortes de tendones y hasta un ojo que expulsa materia (lo más grotesco de todo!).
Sin embargo, las actuaciones no son destacables; no resaltan en el todo, pero no hay necesidad de que así lo sea cuando tenemos todo lo anterior. La película utiliza a los actores así como a la música; a su gusto, y terminan siendo solo un objeto más de los muchos, que le dan su grandeza al film.
El éxito cosechado por “Hostel” es indudable; basta solo con ver que generó dos secuelas, (totalmente inferiores en calidad, y que no comparten el espíritu de la original, pero secuelas al fin) aunque sin la misma repercusión.
Eli Roth le acertó al gordo con su película, generando lo que tal vez sea el mejor exponente del genero del primer lustro del nuevo siglo. Una película que, aun estando lejos de ser perfecta, atrae al espectador y no lo suelta hasta que los títulos de crédito terminan de aparecer. Y los mantiene bajo su hechizo una vez terminada.
TÍTULO: Hostel
AÑO: 2005
GÉNERO: Terror - Suspenso
DIRECTOR: Eli Roth
PROTAGONISTAS: Jay Hernandez - Derek Richardson - Eythor Gudjonsson
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