jueves, 1 de septiembre de 2016

El Conjuro 2 - 2016






En 2013 el director James Wan (“Saw”, “Dead Silence”, “Insidious”) sorprendió al gran público con “El Conjuro”, basada en un caso real de Ed y Lorraine Warren, quienes acuden al grito de ayuda de una familia atemorizada. Su éxito fue tan grande como inesperado, dejando terreno para una posible secuela, la cual llegó a los cines este año, y no tiene nada que envidiarle a la original.




La película comienza con un prólogo que deja la vara alta para lo que vendrá después. Ed y Lorraine (Patrick Wilson y Vera Farmiga) se encuentran en la legendaria residencia de Amityville, en dónde una familia fue brutalmente asesinada y el autor del crimen clama haberlo hecho poseído por una fuerza demoníaca. Lorraine utiliza sus habilidades para transportarse al momento de los hechos (buena dramatización, por cierto) y atestiguar como ocurrió todo. Lo que verá allí la dejará aterrorizada.
Mientras tanto en Inglaterra, una familia comienza a ser acechada por fenómenos paranormales que de a poco crecen en magnitud. Temiendo que sea todo una farsa, la iglesia envía a los Warren a comprobar lo que sucede. La ciudad de Enfield pasaría a ser conocida como la Amityville Inglesa, y uno de los casos más aterradores de los Warren.



¿Por qué funciona “El Conjuro 2”? El terror  ha sufrido muchos cambios desde sus comienzos. Los monstruos de Universal, asesinos en serie, trastornados, found footage y eventos paranormales. En mayor o menor medida la calidad de las cintas se ha ido alternando, logrando en los últimos años un declive en la posibilidad de convertir a una película de horror moderna en un clásico.
James Wan lo hizo muy bien con la primera parte de los Warren, y mantiene su nivel en esta segunda. Es un terror moderno pero cercano a lo clásico, en donde puertas rechinantes, los sonidos fuertes y las voces distorsionadas se apropian de la trama de una forma muy efectiva, ya que lo que sentimos al ver la película es miedo puro.
También dicen presente los sustos falsos, en donde todo apunta a un desenlace terrorífico pero se le termina restando importancia, solo para ser rematado con otro susto, esta vez esperable, pero efectivo.



Wan comprende al público y que asusta a este, y juega con nosotros cual titiritero con su marioneta. La oscuridad es un recurso muy utilizado, (no solo en esta ocasión sino también en la película previa) lo que no hace más que ponernos los pelos de punta al no saber con qué vamos a encontrarnos.
 Sumado a esto, el director es también un gran  talento detrás de cámaras. Vemos un terror dinámico, con cámara en pleno movimiento y al hombro, que no solo tiene la capacidad de escabullirse por lugares complicados, sino que también le brinda un grado de veracidad al asunto. A su vez, busca marcar la diferencia con sus planos; cuando cualquier otro cineasta del montón filmaría desde atrás a sus actores cuando estos caminan, Wan se las rebusca y nos regala una toma aérea maravillosa. Las películas de estudio tienen ese toque clásico.

También nos regala pequeños travellings y transiciones que, para quienes disfrutamos ver el cine más allá de lo superficial, son un deleite. Con solo un lento acercamiento a una grabadora, el director es capaz de generar tensión y ansiedad en el espectador; al igual que una gran incomodidad con las repentinas apariciones que acechan a nuestros protagonistas. Genio del terror se nace.



Al igual que su predecesora, en los roles principales repiten Wilson y Farmiga. Ambos son actores de gran calibre que han sabido demostrar su calidad actoral en varios filmes. En esta ocasión su trabajo se mantiene al nivel de la anterior, y es otro de los puntos que le aporta a la cinta esa capacidad de ser creíble. El director le da mucha importancia a los roles principales, y en una ocasión dijo que para sentir algo por los protagonistas, primero tenemos que conocerlos. La elección del dúo interpretativo es más que acertada, ya que empatizamos con Ed y Lorraine gracias al trabajo de ellos.



Personajes con una historia detrás  y una vida aparte a lo que vemos en pantalla, recursos clásicos a la hora de generar miedo en el público, el hecho de haber sido filmada en un estudio con decorados recreados. No dudaría en decir que Wan intenta volver, o al menos acercarse, a las raíces del terror. Una jugada que le sale muy bien, ya que si algo sentimos a lo largo de la cinta, es miedo. Tal vez sea algo así como un puntapié inicial para que otros cineastas sigan su ejemplo e intenten hacer películas con la misma esencia que nos cautivó hace décadas.




UNA ESCENA EN PARTICULAR

Ya en Inglaterra, Ed hace contacto por primera vez con la presencia que aterroriza a la familia Hodgson. Janet (Madison Wolfe) (mediante quien se contacta) les dice que no hablará si todos lo miran de la forma en que lo hacen. Lo que viene después es simplemente maravilloso,
Todos deciden darle la espalda al “espíritu” mientras mediante preguntas, Ed interactúa con él. Con una cámara en posición estática enfocada a Warren, pero logrando que en el encuadre entre el anciano de forma difuminada, esta se conviene en una de las escenas más destacadas de la película.
Somos testigos de cómo de a poco la figura angelical de la niña sufre una terrorífica metamorfosis hasta terminar en ese cuerpo viejo y casi putrefacto, de voz rasposa y aterradora, con el nerviosismo de no saber qué sucederá en el siguiente segundo al estar todos de espalda. Sin embargo la tranquilidad transmitida por el rostro de Wilson es enorme, y algunas de sus respuestas irónicas son grandes responsables de hacernos disfrutar de tan magistral trabajo.



“El Conjuro 2” fue una de mis películas más esperadas del 2016, al igual que por aquellos enamorados por su primera parte; y como no suele suceder tan a menudo, es una secuela que no solo no decepciona, sino que está a la altura o incluso a un nivel más alto que la original. Con 135 minutos de duración, de antemano podría parecer un poco extensa, pero transcurre de forma tan rápida y disfrutable, que es aterrador.

En un cine donde el terror es cada vez menos elaborado y eficaz, la entrega de Wan es bien recibida, ofreciendo una película con la capacidad de ser recordada en los años por venir; pero más importante aún, la capacidad de entrar a la historia del género con una de las franquicias más exitosas y de mejor calidad.
Que sensación tan reconfortante es asustarse de forma tan genuina!



TÍTULO: The Conjuring 2
AÑO: 2016
GÉNERO: Terror
DIRECTOR: James Wan
PROTAGONISTAS: Patrick Wilson Vera Farmiga Frances O’Connor

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