sábado, 22 de abril de 2017

RESEÑA - Sing Street - 2016




Irlanda, 1985. Con unos padres que no se llevan bien, una hermana estudiosa y un hermano mayor que abandonó la universidad, a Connor (Ferdia Walsh-Peelo) lo obligan a cambiar de escuela por la situacion economica hogareña. Será alli donde,victima del bravucón del momento y de un director bastante malicioso, conocerá a Raphina (Lucy Boynton) una chica un año mayor, aspirante a modelo, que lo cautiva desde el primer momento y a quien decide conquistar con la ayuda de su banda de musica. ¿El problema? No tiene ninguna banda!


La magia del cine consiste en transportarnos al lugar donde sucede la acción en pantalla, en hacernos olvidar de nuestros problemas por 90 o 120 minutos, lograr una conexión con la historia y sus personajes, y un sinfín de otras cosas que todos hemos sentido. A veces somos testigos de esa magia, otras no. Las que no, pueden incluso llegar a decepcionarnos; pero las veces que si, podemos llegar a sentirnos en las nubes, los mas poderosos del mundo, y con el corazon hinchado de felicidad o destrozado de tristeza. Eso fue lo que me sucedió con la película de la cual les voy a hablar ahora. Si, ambas cosas.



“Sing Street” puede llevarte con toda facilidad desde la cúspide de la montaña de felicidad, hasta golpear estrepitosamente con la tierra para recordarte que en la vida no todo es color rosa.  Presenciamos momentos en los que nuestros personajes atraviesan desilusiones amorosas, personales, profesionales y demás que tienen un efecto depresivo en nosotros; pero de igual forma, tambien somos testigos de el amor entre hermanos, el enamoramiento juvenil y los instantes primogenios de la creación de una canción. En una película en la cual nuestra pareja principal son dos adolescentes, ambos demuestran en pantalla una madurez y decisión a perseguir sus objetivos, que muchas veces supera a la de sus roles adultos a seguir.

Esto se da por distintos motivos: la identificacion con los personajes y sus vidas, el gran nivel otorgado por los actores en pantalla, y en gran medida, debido al uso de la música. Si, la música, ese arte que es capaz de cambiar nuestro animo, es en esta ocasión la principal responsable de que atravesemos esta experiencia. Connor encuentra liberación al hacerla, al escribir sus letras y juntarse con sus amigos para ensayar, en su musa inspiradora que lo lleva a escribir mayoritariamente textos tristes.



Es la musica que inunda la pantalla, la que funciona como hilo conductor de este coming of age, desde Duran Duran hasta los “tristemente felices” de The Cure, son las canciones las que nos hacen caer en su hechizo, lo que otorga ese velo magico a “Sing Street”, esa capa invisible que la recubre y logra enternecer nuestro corazon con la misma facilidad en que lo lastima; porque el cine es una recreacion de la vida, y si en ella dependemos de un acompañamiento musical constante para sentirnos seguros o expresar nuestros sentimientos, en pantalla nuestros personajes actuan de la misma forma; los sueños rotos, los “que serán” y los “que hubiese sido si..”, hacen de esto algo mas que una película, la convierten en una representación de nuestros objetivos adolescentes y juveniles, una demostración de nosotros mismos, de nuestras experiencias.



Otro punto a destacar en “Sing Street”, que en realidad es un cambio que ha tenido el cine desde principios de siglo, es la seriedad con la que se tratan a los adolescentes, sus problemas y sentimientos. En esta ocasión vemos a un Connor que actúa con una madurez impropia de su edad, pero que tampoco se prohibe ser un simple chico de 15 años al estar con sus amigos. Es esta forma de relato, el mostrar a los jovenes como en realidad son y no como individuos de hormonas exaltadas, lo que le otorga veracidad a la película, lo que la hace capaz de atravesar la pantalla y alojarse en nuestros corazones, y lo que hace que atravesemos las alegrias y decepciones de nuestros personajes a su lado.

Es en el personaje del Hermano Baxter (Don Wycherley ) y su actitud hacia Connor donde vemos esa presion social o a veces individual que sentimos en nuestros años de juventud cuando nos dicen “nunca vas a lograr nada” o “no deberías hacer eso, los sueños no sirven para nada”, donde vemos esa figura adulta que nunca pudo ser alguien en su vida por el simple hecho de que desistió y no siguió su sueño. En la vida hay que restarle importancia a ese tipo de gente, rebelarse ante ellos y demostrarles que si se puede, tal como hace Connor en el punto mas alto de la trama, un momento inolvidable que de seguro marcó a quienes lo vieron y lo seguirá haciendo por mucho tiempo; porque el cine, en su magia no envejece, sino que prevalece.



Al mismo tiempo es duro ver los sueños destrozados de algunos y como estos ponen sus esperanzas en otro para que los lleven a cabo. Sin embargo, en esta ocasión no es con malicia alguna, sino con toda la ilusion y amor del mundo, algo que inevitablemente nos dibuja una sonrisa y enternece todo nuestro ser.

Para hablar un poco del aspecto técnico no puedo dejar pasar la fotografía. “Sing Street” es una película Irlandesa desde la raiz, y es en ella que vemos representada la cultura de este lugar de forma admirable, pero tambien presenciamos el lugar como uno piensa que es: un lugar frio, humedo y en donde la luz del sol nunca llega con fuerza, un país en donde los habitantes tienen rostros palidos y mejillas enrojecidas. Casi se puede respirar el aire Irlandes, casi somos capaces de ver Inglaterra desde la costa…



“Sing Street” es una comedia en la que el romance y lo musical entrometen desde el principio, en donde desde que reconocemos la primera canción sentimos ganas de largarnos a cantar, bailar y componer. Es una experiencia como pocas, en donde la empatía hacia los personajes es constante, donde con ellos sufrimos y por ellos nos alegramos.
Porque en “Sing Street” los sueños son el objetivo, y todos alguna vez hemos soñado…



TÍTULO: Sing Street
AÑO: 2016
GÉNERO: Drama – Comedia - Musical
DIRECTOR: John Carney
PROTAGONISTAS: Ferdia Walsh-Peelo – Lucy Boynton – Mark McKenna – Jack Reynor – Aidan Gillen – Don Wycherley


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