Charlie es un chico que no encaja. Acaba de comenzar la secundaria y sin contar con amigos o quien lo acompañe en el almuerzo, sueña despierto con el día en que el martirio termine, exactamente dentro de 1385 jornadas más. Sin embargo todo cambiará cuando conozca a Patrick y Sam, dos hermanastros que le abrirán los ojos, lo integrarán, y le demostrarán que ser invisible tiene sus ventajas.
Tres de mis grandes amores son el cine, la música y la lectura. Que puede ser mejor que una buena película, que cuenta con buena música y que lo deja a uno con ganas de leer el libro en la que está basada?
Mi primer acercamiento a la película fue en 2013, cuando mi amor hacia el cine estaba en etapas primitivas y veía películas solo como un hobbie. Aún lo hago, creo que si uno deja de disfrutar al hacer algo debería dejarlo, pero ahora me acerco a ellas de otra forma.
En fin, lo importante es que en mi primera visualización no intenté ver más allá, sino quedarme con lo que veía por 100 minutos en pantalla. En una ignorancia inconsciente de todo lo que la rodeaba e intentaba transmitir. Es por eso que ahora, considerándome una persona con un conocimiento un poco mayor en lo que a películas se refiere, decidí verla otra vez; ya es la tercera o cuarta creo, e intentaré reflexionar sobre ella a continuación.
“Las Ventajas de Ser Invisible” es cine para adolescentes, pero de la nueva generación. Esto es algo a lo que siempre apunto al reseñar este tipo de películas. Recuerdan el cine teen de los 90’s? Estoy seguro que sí. Ese con el que crecimos todos los millenials si teníamos televisión por cable, en donde pasaba casi siempre lo mismo y todo tenía una aparente solución en un baile de graduación en donde luego de una transformación superficial (mayoritariamente en una chica) todos terminaban bailando al ritmo de la música, felices y sin preocupaciones.
Bueno, por suerte eso se ha ido dejando de lado de a poco, y personalmente creo que gran responsable de que eso suceda son las adaptaciones literarias, el llevar libros exitosos a la pantalla, y no pensar en ideas/argumentos “originales” que terminan siendo todo, menos eso.
Este “neo cine adolescente” (para darle un nombre más o menos científico) de la segunda década del Siglo XXI es diferente en el sentido de que se toma en serio a su público, no como simples individuos vacíos que solo quieren pasar un buen momento en la sala o frente a una pantalla en casa; más aún porque en los grandes ejemplos de cintas exitosas, el espectador no la pasa tan bien como quisiera.
No es un cine pesimista, sino más bien realista, que no busca pintar el mundo de rosa y vender un cuento de hadas. Estas películas corren con ventaja al pensar en los consumidores como seres emocionales y pensantes, capaces de reconocer un buen argumento, ya que en un mundo actual en donde gran parte de los jóvenes están regresando al hábito de la lectura que parecía perdido en los últimos años, todo adolescente/potencial espectador encara una película esperando más que un simple conflicto y solución. Encara una película esperando ver una situación reconocible, que los identifique, los ayude a superarse, los marque a fuego y les enseñe. En pocas palabras, el joven que lee, va al cine esperando una representación de su vida y un cambio en esta. Y “Las Ventajas de Ser Invisible” funciona en ambos campos.
Tanto para Charlie, como para gran parte de los que atraviesan la secundaria, esta etapa de la vida es mas un martirio que un tránsito. La poca confianza que se tiene a si mismo es en parte la razón por la cual Charlie es un lobo solitario que se lleva bien con los profesores y devora libros como nadie. Sin embargo, todo cambia al conocer a sus futuros amigos, ya mayores pero que lo tratan como a uno mas sin hacer diferencia.
“Bienvenido a la isla de los excluidos” dice Sam (Watson) en un momento. Es verdad, son los excluidos de los grupos sociales, pero incluidos entre sí; una comunión que les brinda seguridad y libertad para ser ellos mismos, en donde Charlie al fin podrá encontrarse y sentirse cómodo. Una isla con una particular adoración hacia “The Rocky Horror Picture Show”, el himno cinéfilo de la rareza y la auto aceptación.
“Las Ventajas de Ser Invisible” es una mirada a la sociedad joven no solo del país del norte sino del mundo entero. En ella vemos representados todos los grupos sociales: los cerebritos, los deportistas ganadores, el gracioso y cool, los frikis y demás, con sus virtudes y desventajas. Fuertes ejemplos tanto de bullying como de temprana discriminación son solo algunos de los puntos que elevan el grado de seriedad de la cinta y la sitúan como una película que no solo busca entretener, sino retratar para concientizar e intentar cambiar y mejorar.
Intento no enfocarme tanto en lo actoral a la hora de escribir sobre una película, pero en este caso haré una excepción. El elenco está a gran nivel, con una Emma Watson que encarna su personaje de buena manera, Lerman que nos guía a través del viaje y caras conocidas como las de Joan Cusack o Paul Rudd quienes siempre desempeñan bien su trabajo. Aunque si tengo que detenerme en uno, es en Ezra Miller, quien se lleva todos los aplausos. Carismático por demás solo por aparecer en pantalla, y sumamente emocional cuando quiere transmitirlo, es este joven el que resalta sobre todos, posiblemente con el que peor nos sentimos al presenciar su vida, pero a la vez al que más adoramos por simplemente ser como es.
S A M
La primera vez que vemos a Sam, está aparece delante de una torre de luz de un campo de juego, iluminada cual angel venido del cielo. Y esto es en lo que se convertirá para Charlie desde el primer momento. En sus ojos vemos una luz que hasta antes no habíamos presenciado: al fin su estancia en la escuela comienza a tener un poco de sentido. Charlie comenzará a sentir cosas más allá de la amistad por la hermosa Sam, una chica a quien en el pasado nada solía importarle pero que se dio cuenta de su potencial para un buen futuro. Una chica con la que comparte gustos musicales y a la cual le obsequiará un sencillo de los Beatles, de gran importancia para él.
“Las Ventajas de Ser Invisible” no cae en los clichés del género y termina convirtiéndose en una experiencia dura pero necesaria para todo aquel que no se encuentre en el mundo, e incluso para aquellos que sí lo hacen, para que presencien por lo que pasan los demás.
Personalmente, las películas que tratan la amistad
como tema primordial me llegan hasta la fibra mas intima, como fue el caso en
esta ocasión. La amistad probablemente sea de las cosas más preciadas que el
ser humano pueda tener; la posibilidad de elegir a una o más personas para que
ocupen ese lugar tan cercano, tan parecido a la familia. ¿Qué seríamos sin
amigos? De seguro, personas tristes y carentes de amor.
Al final, la película de Chbosky termina siendo una experiencia dura y cambiadora para quien la enfrente. Con un final revelador de una verdad oscura que no hace mas que hacernos sentir peor por Charlie y comprender bastante sobre su personalidad, “Las Ventajas de ser Invisible” se erige en los cimientos que ella misma construye, convirtiéndose no solo en una gran adaptación libro/cine, sino también en un monumento al nuevo cine para jóvenes, una película que marcó a quienes la vieron en su estreno y que seguirá haciéndolo con futuras generaciones que se atrevan a descubrirla. Porque los jóvenes siempre serán jóvenes, sus problemas serán siempre los mismos, y amigos necesitaremos toda la vida, verdad?
TÍTULO: The Perks of Being a Wallflower
AÑO: 2012
GÉNERO: Drama – Coming of age
DIRECTOR: Stephen Chbosky
PROTAGONISTAS: Logan Lerman – Emma Watson – Ezra Miller – Dylan McDermott – Kate Walsh
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La La Land - 2016
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