lunes, 16 de mayo de 2016

RESEÑA - La Bruja (The Witch) - 2015





En la Inglaterra del Siglo XVII, una familia es desterrada y obligada a vivir en las afueras del pueblo. Sin lugar a donde ir, deciden adentrarse en el bosque, sin saber las cosas que le deparan, los horrores que este aloja, y la locura que significará la experiencia, partiendo la familia de a poco y destruyendo sus esperanzas de un nuevo comienzo.





El director Robert Eggers tuvo su debut en largometrajes con esta cinta, estrenada en 2015 y galardonada en Sundance como Mejor Dirección Dramática, la cual desde entonces no ha parado de recibir comentarios positivos. Su labro detrás de cámaras no baja de lo excelente; ya que no solo otorga planos sumamente terroríficos, sino que también obtiene resultados destacables por parte de su reparto, quienes a todo momento están a la altura de lo que significa la película y su trama.



La película en si es de difícil comprensión desde el principio. Tal vez su argumento no sea el más entreverado o más difícil de seguir, pero el lenguaje utilizado si lo es. Utilizando el vocablo de época, los diálogos se parecen a textos recitados al pie de la letra, no al dinamismo al que estamos acostumbrados hoy por hoy.

Sin embargo, esto no es del todo malo. Si, puede parecer un trabajo arduo al principio seguir el hilo de las palabras, y el solo pensar que toda la película va a ser así nos juega en contra por un rato,  pero cuando la música intranquila y los sustos comienzan a llegar, esa complejidad del lenguaje se desvanece y comenzamos a entender todo como si nos hablaran en nuestra propia lengua, lo que en realidad es así, ya que utiliza el lenguaje universal del miedo.




Este miedo llega a nosotros a través de los sonidos, las imágenes y las actuaciones, y cada una de estas categorías en la película está a un nivel impactante.

Anya Taylor-Joy, de tan solo 19 años asombra en su papel de Thomassin, la hija mayor de la familia, señalada como la culpable de la desaparición de su hermano bebé, y por ende acusada de ser una bruja debido a los sucesos que tienen lugar en el bosque y alrededores. A su vez, Ralph Ineson está más que convincente como patriarca de la familia, que no sabe qué rumbo tomar y cuya única buena aptitud pareciera ser su habilidad para cortar madera, ya que no es capaz de cuidar a su familia ni de traer comida a casa. El resto del reparto está a la altura, pero sería engorroso hablar de cada uno. Si ven la película, se darán cuenta de lo que hablo.




También es de remarcar la atmósfera generada; la capacidad de generar un nerviosismo, una intranquilidad constante es uno de los puntos fuertes de una cinta que, cuenta con una ambientación de época muy bien lograda no solo gracias a sus locaciones y sus dialectos, sino también al gran trabajo en el rubro del vestuario, con prendas que parecieran sacadas realmente de la época, confeccionadas a mano. Al momento de traer a la vida una película de terror, estaría mal interesarse solo en generar sustos en el público; las audiencias son inteligentes y buscan más que solo gritar frente a una pantalla. Su objetivo es creerse la historia, ser parte de la misma, conectar con esta; y La Bruja” lo logra.




Las imágenes ofrecidas por la cámara de Eggers junto a la fotografía de Jarin Blaschke son simplemente sublimes en lo que a terror se refiere.

La eficacia de estas, junto a la música por supuesto, a la hora de generar sustos, incomodidad y obligarnos a correr la mirada para un costado es tremenda.
Las tomas del bosque, la iluminación tanto en el dio como en la noche, todo representa uno de los miedos más fundamentales y primordiales a los que se enfrenta el ser humano desde su comienzo: el miedo a lo desconocido; el no saber que hay más allá, adentrarse en un lugar sin saber que va a suceder.

Todo esto es manejado con excelencia por Eggers y su equipo, generando no solo un suspenso, sino también un terror más que eficaz que le pondrá los pelos de punta a más de uno.




La religión es muy importante para nuestra familia protagonista, como lo era en ese entonces para prácticamente todos. Es más, son cuestiones religiosas las que los llevan a abandonar su hogar y vivir en terreno salvaje; y cuando las cosas no salen bien y la comida comienza a escasear, las sospechas de que el diablo está entre ellos comienzan a surgir, intentando volcar esa culpa de forma terrenal y acusando principalmente a la hija mayor de ser la culpable de todo mal, ya que ella era la única presente cuando su hermano pequeño desaparece.




La película recibió tantos elogios en su etapa de festivales, que generó una expectativa tremenda entre todos los fanáticos del terror que esperaban con ansias ser testigos de algo un poco diferente a lo que están acostumbrados.

Personalmente, desde el minuto que supe de su existencia y el tráiler vio la luz, se convirtió en una de las más esperadas del año, una película en la cual tenía muchas esperanzas, y a su vez miedo de que al esperar tanto me decepcionara. Fue así? Por supuesto que no.





“La Bruja”
tal vez no sea una renovación en el terror, ni tampoco es un mojón a partir  del cual muchos cineastas del género a futuro basaran sus obras; no añade cosas nunca antes vistas ni significa ese aire fresco que pareciera estar necesitando este tipo de cine cada vez que vemos nuevas cintas que pareciéramos ya haber visto debido a las similitudes estructurales con obras previas; utiliza lo que tiene a mano sin la intención de innovar, pero es un horror más que efectivo, con un dialecto un poco pesado pero un argumento llamativo, en donde el bien y el mal chocan, saliendo este último visiblemente victorioso.



Aquellos que busquen una película de “terror actual”, es decir, grito fácil, derramamiento de sangre sin cesar, humor adolescente y demás, saldrán más que decepcionados después de los créditos finales. Sin embargo, aquellos que busquen atemorizarse de verdad, que vayan con la mentalidad de que no solo se van a asustar sino también a presenciar una historia un tanto difícil de seguir de a momentos, la adorarán como a pocas antes.






“La Bruja” es una película que promete demasiado, y no decepciona en ningún momento. Un gran debut para su director quien demuestra ser un gran valor a futuro y de quien podemos esperar grandes cosas en los años por venir. 
Quieren asustarse, ver algo más que una simple película de terror? Escapar a la rutina a la cual el género nos tiene acostumbrados últimamente? Vayan corriendo a ver “La Bruja”, pero no corran tanto. Guarden un poco de energia para salir corriendo luego de verla! 





TÍTULO: The Witch: A New-England Folktale
AÑO: 2015
GÉNERO: Terror - Suspenso
DIRECTOR: Robert Eggers
PROTAGONISTAS: Anya Taylor-Joy – Ralph Ineson – Kate Dickie – Harvey Scrimshaw – Sarah Stephens



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1 comentario:

  1. Muy buena crítica. A mi el desarrollo y todo el camino em pareció muy bueno, pero el final no sé... me dejó un poco con ganas de algo más, como si me quedara a medias.

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