sábado, 28 de julio de 2018

RESEÑA - Isla de Perros (Isle of Dogs) - 2018




Mi primer acercamiento al cine de Wes Anderson fue apenas comenzada esta odisea en la cual llevo embarcado unos años. ‘Rushmore’ fue de las primeras películas que ví, seguramente por el inminente estreno de ‘El Gran Hotel Budapest’. ¿Qué sucedió? Me decepcionó y aburrió, al punto de no darle otra oportunidad. Llegó ‘El Gran Hotel...’ y me resultó algo parecido, aunque esta vez sí la ví dos veces, y cambió mi percepción. Después de un tiempo me enfrenté a ‘The Darjeeling Limited’ y...bueno, cualquier cosa es mejor que ‘Rushmore’ para mi (sin ánimos de ofender).


Me gusta creer que el cine de 
Wes Anderson se ama o se odia. Admito que comencé perteneciendo a la segunda facción, pero con el tiempo y mientras más me adentraba y aprendía del séptimo arte y ‘la mirada del autor’, estoy comenzando a amarlo. Tal vez suene exagerado decir ‘amar’, pero siento que algo ha ido cambiando...y deposito toda mi confianza en la película que les comentaré a continuación, la cual mientras escribo estas líneas y las siguientes aún no he visto, pero las cuales continuaré escribiendo luego de su visionado.



En primer lugar, me llamó la atención el regreso de Anderson luego de una pausa considerable, así como también su nueva incursión en el cine de stop-motion, la cual me dio a entender su demora. Seguidamente, fue una gran sorpresa enterarme de que su título en inglés (Isle of Dogs) se pronuncia prácticamente igual que I Love Dogs, así que siendo una persona que probablemente ame cine y perros por igual, no existía forma de que me la perdiera...y esto es lo que me pareció.

Japón, 20 años en el futuro; la población canina se encuentra fuera de control y una enfermedad afecta indiscriminadamente a cada perro. Como medida, el gobierno de la ciudad decide exiliarlos a todos a la ‘isla de la basura’ donde todos desechan sus desperdicios, y pronto será conocida como la ‘Isla de Perros’. Será allí donde, caído de un avión descompuesto llegará Atari, un niño que, con la ayuda de otros perros, emprenderá un viaje en búsqueda de su mascota/mejor amigo.



Anderson comienza su película a un gran nivel, con un prólogo explicativo que nos posiciona y detalla el trasfondo de lo que sucede en ese Japón dos décadas adelante. Aclarando de antemano que todos los personajes hablarán su lengua natal (pero que afortunada y extrañamente todos los ladridos han sido traducidos, jajaja) es de agradecer y a la vez de gran ayuda para el desarrollo de la historia que todo se mantenga tal y como debe ser. Podemos no comprender naturalmente lo que los Japoneses dicen, pero Anderson se vale de diferentes técnicas y recursos para lograr de manera simple y eficaz, aportarle naturalidad al guión y a la trama en general.



                                   SALVAJISMO

Debido al brote de la enfermedad y a consecuencia de su envío a aislamiento, los perros vuelven a su estado de salvajismo, poco a poco su domesticación va perdiéndose, dando paso a un estilo de vida anterior donde el apto para sobrevivir es quien demuestra ser más fuerte. Dejando de lado por un rato el humor excelentemente colocado en el guión (la gripe canina produce síntomas como nacrolepsia, insomnio, cambios de humor, jaja) los perros se convierten en el fiel reflejo del humano. Realmente no sabemos en qué puede terminar la civilización, cada vez más al ver las noticias nos sorprende ver hasta que punto el hombre es capaz de llegar, y de seguir así seguramente estemos condenados al fracaso. El cine es un medio a través del cual los cineastas transmiten su punto de vista, sus preocupaciones, y aunque tal vez el método de Anderson (especialmente con esta película) no sea el más atractivo para todos, quienes nos atrevemos a verlo apreciamos su forma de contar. El único modo de avanzar por un bien común es dejar el racismo atrás, olvidarnos de los prejuicios, comprender que no somos todos iguales pero que aún así nuestros derechos sí lo son, reconocer que todos somos capaces de todo, y más todavía si cooperamos.



Algo recurrente en el cine de Wes Anderson es su reparto. Siempre plagado de estrellas, podría decirse que tiene algo así como una pequeña compañía de teatro, como Bergman supo tener por ejemplo. Trabajando a su lado aparecen nombres como Frances McDormand, Tilda Swinton, Bill Murray, Edward Norton, Jeff Goldblum y además una nueva incorporación como lo es Bryan Cranston...y si agudizamos el oído (además de estar acostumbrados a ver películas en su idioma original), escuchar la voz de cada perro y reconocer a su actor hace nuestras delicias cinéfilas. Dotar a los animales con esa humanidad reconocible, que actores de esa talla hayan accedido a ser parte de esta experiencia Andersoniana no hace más que brindarle una sensación de veracidad a lo ocurrido, facilita el sentimiento empático y a pesar de saber que en la vida real los perros no hablan (¿O acaso sí y no los entendemos nosotros?) la forma en que conectamos con ellos, su experiencia y sufrimiento, al igual que su humor y alegrías, llevan a la película a un nivel emocional difícil de conseguir normalmente.




‘Isla de Perros’ no es una película animada más. Dejando de lado lo que ya comenté, ‘Isla de Perros’ afortunadamente logra tratar temas de actualidad, y es esa una de las cosas que mas me maravilla del cine en general. El exilio, la migración forzada, el imponer una forma de ser y sentirse pero aún así el individuo no reconocerlo como su identidad. Los perros, así de fieles como nos son a nosotros son también nuestra fiel representación. Nos vemos reflejados en los ojos de Duke, incluso en Jefe, ese perro rodeado por una coraza que lo protege de todo peligro exterior, pero que en realidad por dentro es un ser sensible, quien intenta rechazar sus orígenes, a quién la vida le ha jugado malas pasadas y que se esfuerza en convencerse a si mismo que su lugar en el mundo es inexistente, solo para descubrir que sí, que proviene de algún lugar, y que sí, que todos los perros merecen un hogar, cariño, y buen trato.




Estoy intentando, poco a poco, salir de una etapa ‘Cinéfilamente oscura’, donde he visto pocas películas en mucho tiempo y la inspiración a la hora de escribir pareciera simplemente no llegar...pero lentamente el ritmo va volviendo nuevamente, y son películas como ‘Isla de Perros’ las que me devuelven la esperanza, tanto en el cine como en mi mismo y mi capacidad. Sé que no soy el mejor, pero sí pretendo dar lo mejor que tenga.

El trabajo mas reciente del director de ‘The Royal Tenembaums’ me maravilló, y difícilmente creo que muchas otras este año logren estar a su altura...aunque tampoco estoy seguro de querer eso. Hay películas que simplemente llegan para quedarse grabadas en nosotros, y estoy seguro de que no voy a olvidarme jamás de Atari y su odisea por recuperar a su mejor amigo.




TÍTULO: Isle of Dogs
AÑO: 2018
GÉNERO: Animación – Drama
DIRECTOR: Wes Anderson
PROTAGONISTAS: Bryan Cranston – Koyu Rankin – Edward Norton – Bob Balaban – Bill Murray – Jeff Goldblum – Greta Gerwig – Frances McDormand – Harvey Keitel – Scarlett Johansson – Tilda Swinton – Ken Watanabe – Liev Schreiber – Courtney B. Vance


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