sábado, 28 de octubre de 2017

RESEÑA - Casi Famosos (Almost Famous) - 2000




Aparecen los créditos en pantalla. Después, una imagen de David Bowie. Luego, llegamos a leer “Allman Brothers Band” inscripto en algún lado. Estamos en una ciudad tipo de los Estados Unidos de mediados de los 60s. El verano del amor pareciera estar en su apogeo, la contracultura está en su punto mas alto y los adultos conservadores parecieran volverse locos. A partir de ahora, y por 161 minutos, todos nos sentiremos casi famosos…

William (Patrick Fugit) es un apasionado por la música. Desde niño ha sido su medio de escape e independencia de una madre soltera controladora y conservadora. Un día, la gran oportunidad le llega. Escribir un articulo para la revista Rolling Stone sobre una banda en ascenso: Stillwater. La estancia con el grupo no solo le brindará experiencia profesional, sino que también lo hará madurar como persona, enfrentándose de una vez por todas al mundo real.


Cameron Crowe
se convirtió en redactor de la revista Rolling Stone a una edad temprana, experiencia que sin duda le sirvió de ayuda a la hora de redactar el guión de “Almost Famous”, convirtiéndola en una historia semi-autobiográfica de rock & roll y camino hacia la madurez, generando una de las primeras “épicas” del Siglo XXI. ¿Epicas? ¿Acaso esas no eran peliculas como “Los Diez Mandamientos” o “Ben-Hur”? Claro que si. Pero personalmente, en una epoca del cine donde estas superproducciones al estilo de antaño básicamente desaparecieron de la industria, me gusta referirme de esa forma a toda película que sobrepase los 150 minutos de duración y cuente con cierto "encanto popular".



                                        
Un día, serás genial”
Las palabras de su hermana al despedirse emprendiendo el viaje hacia San Francisco le resuenan en la cabeza a
William. Después le dice que busque algo debajo de la cama. ¿Que encuentra? Sus discos. Pasar de una madre que le tiene prohibido escuchar a Simon & Garfunkel a meterse de lleno en el rock mas innovador de la historia, es cosa seria. Es este el momento donde William se ilumina y su vida cobra sentido.

Jimi Hendrix, The Who, Cream, The Rolling Stones, Bob Dylan y más. Si estamos viendo la película y nos consideramos fanáticos acérrimos de este tipo de música (hablo por experiencia propia), ver como William va descubriendo cubierta a cubierta cada LP nos transmite una sensación maravillosa, una sensación de descubrimiento, la sensación de que la cabeza se nos abre ante un mundo con infinitas posibilidades. La piel se achina, el cerebro comienza automáticamente a reproducir las canciones de cada grupo, los ojos se cristalizan. William da el puntapié inicial para el resto de su vida. Y que vida…!


William
se va de gira con Stillwater. En ese viaje no solo se nutrirá de todo lo necesario para intentar sobrevivir en la industria musical, sino que madurará como persona, enamorándose y lidiando con situaciones de la forma en que un adulto lo haría.

Russell Hammond (Billy Crudup) es la cara reconocible de la banda. Para él, el ascenso a la fama (lo que mas desea cualquier artista) es el objetivo principal. Sin embargo, en el camino la vida lo va marcando con experiencias que lo llevan a cambiar de parecer. La popularidad termina convirtiéndose en algo irreal, efímero. Su anhelo es que las cosas vuelvan a ser como antes. Volver a cuando la banda estaba unida y las luchas de ego ni siquiera se asomaban;  volver a formar parte del mundo real, donde las cosas pertenezcan a uno y uno pertenezca a ellas.



Poco a poco, “Stillwater” va perdiendo su
espíritu de unidad (aunque si es de reconocerse, nunca se llevaron realmente bien) y las cosas dejan de ser las mismas. Las ganas de hacer música disminuyen, cada uno se preocupa de sus cosas, hay rispideces, confesiones y demás.

La fama y la ambición puede cambiar a cualquiera, y
“Almost Famous” es un fiel reflejo de eso. Mientras que Russell al principio desea reconocimiento y luego se da cuenta de que este no lo es todo, William desde un principio no dejó engañarse por este mundo. Tal vez fuera por su continuo contacto con el mundo exterior (su madre) o por su gran fuerza de voluntad y convicción de que él estaba ahí para cumplir con un trabajo, pero William es el ejemplo mas certero de que los corrompibles son aquellos que desean serlo.



Mas tarde o mas temprano en nuestras vidas,
¿quién puede asegurar que nunca soñó con ser una estrella de rock, con recibir el cariño de las multitudes y escuchar como corean nuestras canciones? William de cierta forma vive ese sueño, pero no se deja engañar. Así como vive los buenos momentos, también debe atravesar los malos; y lo que por fuera pareciera ser el mundo ideal, por dentro es una espiral viciosa que, de no ser lo suficientemente fuerte en cuanto a la mente, inevitablemente culmina en finales trágicos, cuanto menos difíciles de superar.



Cameron Crowe
relata una mirada intima hacia el mundo musical, de sus tours, sus groupies, sus pros y sus contras, y en el trayecto nos regala momentos cinematográficos difíciles de borrar de nuestra memoria. “Casi Famosos” es una película para aquellos que en algún momento soñamos serlo. Soñar. “Casi Famosos” es una película hecha para aquellos que se atreven a soñar; pero no una que lo pinta todo color de rosa. Es una película que no teme retratar en pantalla todo aquello que nunca queríamos presenciar: riñas internas, sobredosis, decepciones, peleas, corazones rotos y demás.


La música desde siempre ha sido un elemento de unión, y es mediante esta que los personajes de “Almost Famous” son capaces de generar algún tipo de conexión, ya sea personal o con alguien admirado. Un jovencísimo Jay Baruchel como fan numero uno de Led Zeppelin retrata a muchos que por aquel entonces se desvivían por simplemente tener un autógrafo de su artista favorito.
“Por favor no pongas tu vida en las manos de una banda de rock & roll
que lo echará todo a perder” cantaba Oasis. La música en sí es esencial, pero la devoción, ese placer pasajero hasta conseguir nuestro objetivo, no nos lleva a nada.



No puedo llegar al final sin siquiera mencionar la banda sonora! Grupos como Led Zeppelin, Deep Purple o Black Sabbath, todos encajan mas que a la perfección para transportarnos al lugar de los hechos. Desde el primer acorde, desde el primer sonido reconocible, Crowe nos lleva en un viaje del tiempo hacia la
época donde tiene lugar la película. Y no nos dejará ir incluso después de terminada…

“Almost Famous” es el viaje de crecimiento y madurez de William, pero bien podría ser el viaje de crecimiento y madurez de cualquiera. Indirectamente, todos en algún punto de nuestras vidas nos vemos con la necesidad de enfrentar algunas de las cosas que enfrenta William (por supuesto que no todos salimos de gira con una banda de rock & roll, cierto? Pero se entiende), y es por eso que la película funciona tanto.



Como entretenimiento es indiscutible. A pesar de sus dos horas y cuarenta mintos,
“Casi Famosos” es una de esas peliculas que se sienten eternas, pero en el buen sentido. Una de esas películas tan largas que no queremos que termine nunca. Una vez formamos parte del tour N73 de Stillwater, no queremos bajarnos mas de ese vehículo que los transporta de acá para allá. Aunque creo que no estaría mal decir que una vez terminada la pelíucula, tenemos la sensacion de que seremos parte de el por siempre...



TÍTULO: Almost Famous
AÑO: 2000
GÉNERO: Drama - Musical
DIRECTOR: Cameron Crowe
PROTAGONISTAS: Patrick Fugit – Billy Crudup – Frances McDormand – Kate Hudson – Jason Lee – Anna Paquin – Philip Seymour Hoffman
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