Un grupo de personas pertenecientes a la alta sociedad se disponen a comer. Sin embargo, un sinfín de situaciones bizarras e hilarantes harán que su objetivo se aleje cada vez más. Buñuel es sinónimo de buen cine, y “El Discreto Encanto de la Burguesía” es uno de los grandes exponentes de su trabajo.
La ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera en 1973 fue mi primer acercamiento al cine del director nacido en Teruel. Sobra decir que no entendí absolutamente nada de lo que sucedía en pantalla, ¿verdad? Mi poco conocimiento del cine en general por aquel entonces (y mas aún de uno tan particular como el de Buñuel) no me permitió apreciarla del todo; sin embargo mi curiosidad me llevó a verla, y es al día de hoy que le estoy agradecido. A pesar de sentirme perdido frente a lo que estaba sucediendo, tuvo la capacidad de cautivarme a tal punto de querer ver más.
La filmografia de Luis Buñuel estuvo marcada por el Surrealismo; basta con retrotraerse hasta “Un Perro Andaluz” (1929), ya que muy pocos eran lo suficientemente talentosos como para trabajar a la par de Salvador Dalí. Con el correr de los años Buñuel no solo hizo uso constante de este tipo de arte, sino que lo fue perfeccionando. Películas como “El Ángel Exterminador”, “Simon del Desierto”, “Tristana” en cierto punto e incluso su último trabajo, “Ese Obscuro Objeto del Deseo” se apoyan en el Surrealismo como columna vertebral para su desarrollo.
Con solo ver la premisa de “El Discreto Encanto de la Burguesía” nos damos cuenta que el punto de vista del director fue siempre crítico. Política, religión, sexualidad, la sociedad misma; nada estaba a salvo cuando Buñuel encendía su cámara. Estuviésemos a favor o en contra de su forma de tratar determinados temas, lo hacía con tanta clase y finesa que es imposible no admirarlo. Su humor irónico, la capacidad de dar un giro de 180 grados a una situación seria y convertirla en una ridícula….pocos cineastas (¿ninguno tal vez?) han sido, son, o serán capaces de igualarlo, y es por eso que Buñuel se encuentra entre los mas grandes de los grandes.
LA BURGUESÍA Y SU DISCRETO ENCANTO
A menos que formemos parte de ella, en algún momento de nuestra vida hemos tenido sentimientos negativos hacia la clase alta. Envidia, aborrecimiento; en mayor o menor magnitud la clase alta siempre logró separarse de los demás y convertirse en algo odioso, casi aislado de la realidad en que viven los demás. Buñuel era un tipo inteligente y lo sabia, y la forma que tiene de retratar en pantalla a esta gente no solo es una de las más particulares en la historia del cine, sino también una de las más acertadas. Su existencia es vacía, carente de sentido, y pareciera que su problema más grande es no encontrar un momento para comer! La ironía de Buñuel enamora.
Un restaurante que se queda sin té y café, otro en donde están velando a una persona, una equivocación en la supuesta fecha que habían sido invitados, una caballería que aparece de la nada instalándose en una casa preparando un posible ataque y un soldado que cuenta uno de sus sueños mientras el mandamás del grupo fuma marihuana...¿tiene algo de sentido todo esto? Por supuesto que no! ¿Importa? Absolutamente para nada!
“El Discreto Encanto de la Burguesía” pertenece a la etapa madura de Buñuel, a sus últimos trabajos, donde toda la experiencia ganada en las cinco décadas anteriores se transforma en una gran obra. Habiendo trabajado en su España natal, se vio obligado a exiliarse en México por razones políticas. Su cine era muy visceral, real, y a las autoridades no le caía bien. La historia volvió a repetirse en el país centroamericano, donde retratos duros de la sociedad como en “Los Olvidados” también dividieron a la opinión obligándolo, una vez mas, a cambiar de residencia. Su elección fue Francia, país donde rodaría hasta el final de su carrera.
En la película que me trajo hasta acá hoy, el papel principal lo tiene Fernando Rey. Rey, colaborador a todas horas de Buñuel, aquí representando al embajador de la República de Miranda (una nación ficticia), logra tal vez no uno de sus trabajos mas potentes, ya que no recae solamente sobre él el peso del argumento, pero sin dudas una actuación digna de ser recordada. Su porte es como el de ningún otro y su capacidad actoral lo coloca entre los mejores tanto del cine Español como mundial.
Así como en Estados Unidos tenemos a Scorsese/De Niro y en Japón a Kurosawa/Mifune, la dupla Buñuel/Rey es una de las mas grandes que el séptimo arte ha visto. Son un conjunto director/actor que se explotaban a si mismos y siempre lograban sacar lo mejor el uno del otro: Buñuel dirigiendo a Rey, y este dejándose dirigir por Buñuel. Luego de ver su trabajo en conjunto en esta película le siguió “Viridiana” (1961), mas tarde en “Tristana” (1970) y por ultima ocasión en “Ese Obscuro Objeto del Deseo” (1977) y aunque en esta película su trabajo puede pasar un poco desapercibido por el elenco que lo acompaña, en todas las anteriores Rey es la fuerza que hace avanzar el barco.
La película comienza con nuestros protagonistas viajando en un auto; no los vemos a ellos, vemos la carretera, lo que nos hace sentir un pasajero mas de ese vehículo, y es por eso que, a pesar de la aberración que podamos sentir por sus personalidades y actitudes, desde un principio nos sentimos parte de ese grupo burgués, algo extremadamente difícil de lograr para cualquier director, pero una “cosa de todos los días” para Buñuel: hacernos sentir parte de la película.
Buñuel juega con nuestra mente y distorsiona la estructura del argumento: nos encontramos en un sueño dentro de otro sueño. La realidad se quiebra, abandonamos el plano físico y nos encontramos en el onírico. La esencia sigue siendo la misma: las escenas hilarantes se mantienen igual de bizarras, la vacuidad de nuestros personajes no se ve alterada y el desarrollo de la trama no enflaquece, sino todo lo contrario. El recurso utilizado por el director puede no ser innovador, pero si extremadamente efectivo, y una vez más, eso es decir mucho más de lo que cualquier otro hombre detrás de cámaras puede lograr.
“El Discreto Encanto de la Burguesía” es una burla a los valores de aquellos que, para muchos de nosotros, ni siquiera los tienen. Es una película de humor muy particular que sin duda alguna no es para todo público. Sin embargo, aquellos que se animen a verla y lo hagan con una mentalidad abierta se enfrentarán a una historia diferente a las que acostumbran ver; un ejemplo de buen cine cuando el cine era bueno, no como la mayoría de las cosas que vemos hoy. Cuando las comedias eran trabajadas y no se repetía la misma formula a la que estamos acostumbrados. Cuando Buñuel hacía cine…
TITULO: Le Charme Discret de la Bourgeoisie
AÑO: 1977
GÉNERO: Comedia
DIRECTOR: Luis Buñuel
PROTAGONISTAS: Fernando Rey – Paul Frankeur – Delphine Seyrig – Bulle Ogier – Julien Bertheau
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