sábado, 20 de enero de 2018

RESEÑA - Coco - 2017



No se ustedes pero yo, como buen niño del nuevo milenio, crecí rodeado por Pixar. Ya sea “Monsters Inc.”, “Los Increibles” o “Toy Story”, todas tuvieron tal efecto en mi que es al día de hoy, con 22 años, que siguen trayéndome recuerdos gratos y me es imposible no volver a verlas como si fuera un niño cada vez que las encuentro en la televisión.

Teniendo eso en cuenta, me parece maravilloso que Pixar siga manteniendo el nivel de sus producciones y logre encantar a los espectadores mas jóvenes de la misma forma que esa nostalgia que nosotros “adultos jóvenes” sentimos nos lleva a abarrotar las salas. Tuve el placer de ver “Coco”, por supuesto que subtitulada, y puedo decir que pocas veces (¿tal vez ninguna?) he sido testigo de esa sensación de comunión, buena onda, sonrisas y lágrimas, en una sala. ¿Qué más puedo decir? Es la magia del cine.



Pero antes de adentrarme completamente en “Coco” déjenme darles un contexto a mi vivencia previa. Mi vez anterior con Pixar en el cine había sido con “Buscando a Dory”. Fue un fenómeno mundial, eso no se niega; volver al agua después de una década nos traía recuerdos a todos. Sin embargo, como a veces suele suceder, si las expectativas son muy altas el producto puede terminar decepcionando...o al menos “no conformando”, exactamente lo que me sucedió a mi. A pesar de esto, cuando me enteré de la existencia de “Coco” mi mala experiencia quedó de lado y no logró que disminuyeran mis ganas de verla en pantalla grande...afortunadamente para mi, porque de haber sido así, me hubiera perdido uno de los momentos cinefilos mas hermosos de mi vida.

¿De qué va? Seguimos a Miguel, un niño Mexicano fascinado con la música cuyo sueño es tocar la guitarra y seguir los pasos del gran Ernesto de la Cruz. Pero su familia, especialmente su abuela, aborrece la música. Será por esto (y algún que otro factor extra) que Miguel, en su afán de seguir su ambición cruzará el umbral de los muertos, justamente en su día, encontrándose en el camino con una cantidad de personajes bastante peculiares.



Personalmente veía bastante lejana la posibilidad de que una nueva producción de DISNEY-PIXAR se pareciera (siquiera se acercara) a lo que fue “Intensamente”. No quiero decir con esto que una o la otra sea mejor (eso depende de lo que sienta cada espectador), pero sin duda la película mas reciente de Lee Unkrich y Adrian Molina es, en cierto modo diferente, pero lo más parecido a “Intensamente” que vayamos a sentir. Como siempre, Pixar se las arregla para contar una historia fantástica y repleta de mensajes para calar hondo en el público infantil, y profunda, real y sentimental para que los adultos nos cuestionemos cosas.

            SOMOS LA ÚNICA FAMILIA DE MÉXICO A LA QUE NO LE GUSTA LA MÚSICA

Miguel es parte de una familia resentida hacia cualquier tipo de expresión musical. Como lo mencioné antes, su abuela la detesta tanto que la prohíbe, ni siquiera lo deja acercarse a la plaza donde se encuentran los artistas callejeros; pero toda ira y descontento acumulado explota cuando su abuela le destruye la guitarra. Para Miguel, esa es la gota que rebasa el vaso. Como nos ha sucedido a varios de nosotros (no solo en nuestra familia sino en la vida en general), nuestro protagonista se siente ajeno, fuera de lugar siendo parte de eso, no es dónde cree pertenecer, y es por ello que involuntaria y probablemente de forma inevitable accede al mundo de los muertos, ese lugar donde los faltos de vida están vivos y dónde el sueño de Miguel pareciera estar a su alcance.



                                      DÍA DE MUERTOS

Es acá donde presenciamos una de las creaciones visuales mas hermosas de Pixar. Desde el comienzo de la película los colores son parte fundamental, todo parece cubierto por una tonalidad naranja que le aporta esa “cualidad nostálgica”. Pero eso es en el plano terrenal solamente, ya que una vez Miguel se adentra en el mundo de los muertos la explosión colorinche se vuelve algo increíble y posiblemente jamás vista antes en una película animada Norteamericana. Nuestros ojos no pueden creer lo que ven y nuestro niño interior sale a flote de la misma forma en que nos maravillábamos cuando éramos pequeños.

No soy una persona conocedora de México y su cultura a fondo más allá de lo que he visto en telenovelas, películas o las noticias, pero si hay algo sabido por todo el mundo es su espíritu festivo. A la mente me viene “Babel” de Alejandro Gonzalez Iñarritu y el segmento de la boda, donde todo es alegría al nivel de como si no existiera un mañana. De cierta forma “Coco” se le parece, ya que logra capturar ese mismo espíritu. El folclore Mexicano, bestias míticas, números musicales, personajes históricos como Frida Kahlo o El Santo, todo dice presente en ese mundo alternativo donde todo pareciera estar más vivo que en el mundo real...y ciertamente mucho más divertido.



Otro punto a destacar en “Coco” es justamente su animación, la capacidad de crear escenarios posibles solo en sueños, multitudes interminables, esqueletos parlanchines o cantantes que esconden oscuros secretos; esa habilidad para hacernos sentir cosas con creaciones virtuales a partir de un software! El cine nunca tuvo, no tiene, ni tendrá igual.

Ver a los muertos reencontrarse con sus familiares vivos por un rato y la felicidad que nos transmiten es simplemente mágico. Cuando un ser querido se nos va uno tiende a pensar que se encuentra en un mejor lugar donde todo es bueno; y “Coco” se las arregla para materializar ese lugar, mostrándonoslo, dándonos la tranquilidad y la confianza de que sea donde sea que se encuentren, están bien, y que la muerte es una tapa mas de la vida, no el final.




                       LA FAMILIA: SER O NO SER RECORDADO

A pesar de que el sueño de Miguel es la música, el mensaje de “Coco” va dirigido a la familia: “La familia debería apoyarse entre sí, para eso esta” Nuestro primer eslabón para una vida en sociedad, el primer grupo social al que pertenecemos, es la familia, y dependiendo del entorno donde nos criemos y la educación que recibamos, será la forma en que encajemos en el afuera. Miguel es la oveja negra de la familia, el que no quiere seguir la tradición de ser zapatero sino perseguir su sueño.

En su familia vemos reflejada la de muchos: una jefa/matriarca (la abuela) y sus empleados (hijos/nietos) que le hacen caso y no le discuten. Y es en la abuela de Miguel vemos a nuestras abuelas: encorvadas por la edad, exageradas tanto en los castigos como en las muestras de afecto, pero cuyo fin es simplemente el más bondadoso y menos egoísta de todos a pesar de que los medios utilizados sean todo lo contrario: mantener a la familia unida. La familia es nuestro soporte, y ya sea con fallas o aciertos, creo que como ocurre con Miguel, no la cambiaríamos por nada en el mundo.




                            REMEMBER ME, RECUÉRDAME

“Recuérdame” no solo es una de las composiciones mas preciosas jamás realizadas para una película animada (ganadora de un Oscar, seguro), sino que también transmite la esencia de la historia: la importancia de recordar. Desde siempre nos han hecho pensar que la muerte es algo feo, triste...pero, ¿y si no es así? ¿Si en realidad se parece en algo a lo que vemos en “Coco”? Todo en la vida tiene un ciclo, un principio y un final, incluso nosotros, pero tal vez ese final no sea tan final después de todo, sino mas bien una transición a otro estado que, como bien se muestra en la película, necesita de nosotros, nuestras actitudes, nuestros recuerdos para mantener vivos por siempre en nuestra memoria a aquellos que ya no están. No dudaría en decir que en mi vida nunca había visto (ni creo posible volver a ver) la muerte presentada de forma tan positiva y hermosa en una pantalla. El cine nos llega sentimentalmente como ningún otro arte, y “Coco” es una de esas que se recuerdan por siempre.

“Coco” es una celebración a la cultura Mexicana por sobre todo, pero también a Latinoamérica en general, a todos aquellos outsiders que en algún momento no nos sentimos totalmente parte de algo, una celebración a aquellos que soñamos con pegarle en grande con aquello que amamos hacer, una celebración a todos quienes lo han pasado mal por la perdida de un ser querido sin aparentes fuerzas para superarlo...un mensaje de esperanza sobre el final no siendo realmente el final.



El proyecto de Pixar fue arriesgado desde un principio, pero quien no arriesga no gana, ¿verdad? En un momento histórico donde el presidente de Estados Unidos no deja de despotricar contra los inmigrantes y pareciera perder un poco la cabeza con cada día que pasa, crear una película cuyo protagonista sea un Latino y su hilo conductor la cultura de este niño merece mi aplauso y reconocimiento de pie. Los prejuicios llevan a mas prejuicios, el odio lleva a mas odio...así como la dignidad lleva a mas dignidad, y el amor lleva a más amor, y esto ultimo es lo que intenta (y logra) regalarnos “Coco”, una de las obras cinematográficas mas bellas jamás hechas, donde nuestro protagonista es simplemente un niño, pero un niño en quien todos podemos vernos reflejados, como diferentes y soñadores.

“Tener fe en el sueño” y “Nunca subestimar el poder de la música” son dos de las frases mas memorables de la película. Yo le agregaría “Nunca subestimen el poder del cine”, ese poder mágico, casi metafísico, esa unión que nos hace sentir. Tuve la suerte de ver “Coco” acompañado por dos amigos, y estoy seguro que de acá a unos años se seguirá manteniendo como una de las experiencias inolvidables que me regaló el cine; y eso, lo dice todo.



TÍTULO: Coco
AÑO: 2017
GÉNERO: Animación – Comedia - Musical
DIRECTOR: Lee Unkrich – Adrian Molina
PROTAGONISTAS: Anthony Gonzalez – Gael García Bernal – Benjamin Bratt – Alanna Ubach – Renee Victor – Edward James Olmos

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